lunes, 20 de agosto de 2012

Cosas sagradas permanecen

Suena Gal costa.
El verano lleno de dias soleados. Los termómetros indican calor. Recanto Escuro es el título de la canción.
Septiembre espera en la esquina.

El túnel  no está esperando para verte pasar. Las hojas se mueven. Un adolescente se pasea con el cuello agarrotado. El drogadicto de la gorra de cuadros impunemente conduce. Las hojas de los árboles son testigo del  movimiento de los árboles.

 Los días pasan desde las montañas.

La lluvia espera que llegue septiembre. En el armario la ropa doblada. Los cajones con las camisetas desgastadas. Silencio con tomates de huerto. Silencio sin voces que denuncien el malestar de unos pastilleros inconfundibles. Recorridos de automóvil para cegatos de memoria y mientras, el tiempo pasa, los días. Y nos dejamos llevar por la  inercia del que dirán, agarrotados por los sentidos y enfrascados en la desafortuna ruleta de la suerte y de la vida. Ella recibe mensajes. Sus ojos se abren y se cierran. Cumplió 18 años y su cuerpo es fuerte. Lós médicos esperan. Las sábanas la cubren. La entuban por momentos a ella, que vió pasar su suerte. Una mujer joven con un camino por hacer. Unos médicos que abren y cierran la herida. Tiempo , tiempo. Tiempo por encima de todos ellos y nosotros. Verano de asfixia y aire acondicionado. De pasillo y vitamina C. De bolsas de líquido rojo y helicóptero. De paciencia y aprender a respirar, respirando.

 Mientras en el despacho suenan las notas electónicas de una cantante brasileña. Y ella espera sentada que le lleguen adolescentes a su hora para salir a dibujar.



No hay comentarios:

Publicar un comentario