Otto no era un piloto
Otto era un hombre que cuidaba vacas,
que se inventó que era piloto y que volaba por las granjas.
Otto no tenía magia, ni sabía jugar a las cartas.
Otto era redondo y con nariz chata.
Usaba camisas de cuadros y conducía su ranchera.
Otto, me dijo que era piloto.
Pero Otto, fue el nombre de un gato que nunca tuve.
y el nombre del dibujo que acompañaba a Olivia.
Y los tomates, se escriben con T.
La T de tonto, de tapaderas, de talismanes y tintorettos.
Yo miraba al cielo, y esperaba al piloto.
Siempre soñe con arreglar avionetas en un hangar de Texas.
Ponerme los viejos tejanos gastados y mancharme con el aceite de las bujías.
Y por ello, sencillamente miraba al cielo
pensando que desde el azúl llegaría volando.
Pero la V de vaca y de volar, se vacian por las calles en camioneta.
Porque Otto, no era simplemente un piloto.
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